Nacional jugó con 12

Por: Carolina Cervantes

La tarde de sábado sin duda estuvo llena de emociones fuertes y buen fútbol. Los asistentes que colmaron el Estadio Metropolitano pasaban de la preocupación a la euforia y a la final al desconcierto. Lo que se vio en el 'Coloso de la Ciudadela' fue un partido digno de una final, lo menos que se podía esperar de los dos mejores equipos del semestre. Un empate que dejó un sabor amargo para los Junioristas, en especial por el mal arbitraje que perjudicó al onceno Tiburón con un penalti y varias faltas inexistentes.

Hermoso espectáculo brindado por el Frente Rojiblanco Sur
El planteamiento de Alexis Mendoza desde el principio no fue el mejor, salir solamente con Roberto Ovelar como delantero, tener a James Sánchez en la banca y a Yonny González como titular en el medio campo fueron algunos de sus errores. Nacional manejó sin problemas el primer tiempo. Y cuando los verdolagas ya habían marcado el primer gol a los 17 minutos. Mendoza realiza el primer cambio. Entra Edinson Toloza a la cancha y le da un nuevo aire al partido. Jorge Aguirre empezó a ocupar el lugar dejado por González y cerraba el carril por donde atacaba Nacional. Por fortuna, más temprano que tarde, Mendoza se dio cuenta de sus errores y los supo corregir sobre la marcha y le dio paso a lo que fue un excelente segundo tiempo. Aún me pregunto ¿Por qué Alexis Mendoza salió a jugar en casa y justo con Nacional utilizando un solo delantero? Apoyo su proceso pero a ratos no comparto sus planteamientos técnicos.

Vladimir Hernández goleador del torneo
El segundo tiempo fue un toma que dame, oportunidades para ambos equipos, que una vez mas demostraban porqué son los mejores de la Liga Águila. Junior salió con toda, tomó posesión del balón y tras una falta sobre Murillo el arbitro sanciona penal, cobra Vladimir Hernández y marca el primero para los Tiburones, ratificándonse como goleador del campeonato con 9 tantos. 3 minutos mas tarde llega la jugada mas controversial del partido, una pena máxima de Jorge Arias sobre Luis Carlos Ruiz que solo vio el arbitro Pontón. A mi parecer y al de muchos hinchas verdolagas, periodistas deportivos y expertos en arbitraje, no fue penal. El mal arbitraje se vio durante todo el partido y para ambos equipos, pero el que salió 'perjudicado' fue el onceno Tiburón. Fue como si Pontón estuviera poseído por el espirito maligno del pito de Imer Machado.
Con un 1-2 a favor del visitante, Junior estaba en la obligación de ir por mas. Mendoza manda al campo a Jarlan Barrea y a James Sánchez y cambia todo el esquema de juego.

Al minuto 82 Vladimir Hernández le hace un pase profundo a Toloza y este deja atrás a dos rivales habilitando a Roberto Ovelar y este define con clase marcando el 2-2. Este fue una inyección de energía para el equipo que enloqueció al publico asistente al Metropolitano. Sobre el minuto 85 ocurre una falta peligrosa a favor de Junior que el juez sancionó como tiro libre, Jarlan Barrera cobra con la seguridad de un guerrero marcando un GOLAZO de esos imposibles de atajar, el gol de la fecha a mi parecer. El Estadio Roberto Meléndez estallaba de emoción con ese 3-2 pero la alegría solo duraría 7 minutos. Cualquiera pensaría que Junior pondría un candado en su área y defendería la ventaja a muerte faltando escasos minutos para el pitazo final, pero Nacional siguió atacando y al minuto 91 Copete marcó el empate que sería el resultado final de un partido dramático.

Edison Toloza se lució ante Nacional, tremendo partidazo.
Más allá del resultado debemos resaltar dos cosas: A pesar que Mendoza se equivocó con el planteamiento técnico inicial supo corregir los errores y sacar adelante el partido que por momentos se complicó. Junior nunca bajó los brazos, cuando el resultado era adverso nuestros tiburones sudaron la camiseta, mostraron el amor que tienen por el equipo y sobretodo le dieron al publico asistente al Estadio Metropolitano un hermoso espectáculo futbolístico. Junior debe mantener la calma y saber como manejar de forma inteligente un resultado a favor y más en los minutos finales del partido, no sé si es exceso de confianza o qué, pero son errores que nos han costado puntos muy valiosos. Quedó demostrado que Nacional no es el equipo invencible que todos creen, que a pesar de tener la mejor nómina y de cosechar excelentes resultados en Copa Libertadores Junior tiene como y con qué vencerlo. Veamos este partido como una lección, se cayeron, se levantaron, se limpiaron las rodillas y siguieron el camino.



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