A Junior tienes que matarlo

Por: Carolina Cervantes

Sabias y proféticas las palabras de Edgar Perea, Millonarios tuvo agonizante a Junior por unos minutos pero no lo mató. El gol del más grande de todos, Vladimir Hernández, nos devolvió la vida en el último suspiro del partido, convirtiéndolo en el nuevo Walter Ribonetto, aquel que silenció el Atanasio en aquella final agónica de 2004 ante Nacional, empatando el partido y forzando el cobro desde el punto penal.


Desde el partido en el Metropolitano se podía ver que esta llave de cuartos de final seria a muerte, los dirigidos por Israel no darían espacios en El Campín, se sabía que aprovecharían cada oportunidad de gol y así lo hicieron. El marcador lo abrió Junior con un golazo de Jorge Aguirre, quien se ha convertido en pieza clave para el equipo en estos últimos partidos. Con un 3-0 en el marcador global a favor de Junior, ya muchos pensaban que todo estaba escrito y que Millonarios poco o nada podría hacer para cambiar la historia, que la remontada no iba a suceder, pero los partidos duran noventa minutos y lo mejor estaba por venir.

Aún muchos nos preguntamos cómo después de ir ganando cómodamente 3-0 y en menos de 15 minutos Millonarios logró remontar. Errores en la defensa, la salida de James Sánchez, la falta de Celis, tantas cosas. ¿Alexis se confió con esos 3 goles a favor? No sé, pero por casi todo el segundo tiempo Junior agonizaba en tierras capitalinas. Muchos se bajaron del bus de la victoria, dejaron de creer y olvidaron que para ser hincha de Junior hay que tener nervios de acero y una fe infinita. Y si Alexis se confió, Israel no se quedó atrás, realizó los cambios equivocados y le dio a Junior el oxigeno que necesitaba.


Jorge Arias le pasó el balón con una frialdad y una precisión milimétrica al goleador Tiburón, Vladimir Hernández, que infló la malla Embajadora y no hubo nada que Nicolás Vikonis pudiera hacer. Ese gol agónico que Vlacho gritó hasta quedarse sin voz le devolvió el alma al cuerpo a muchos y silenció el Estadio Nemesio Camacho 'El Campin'. Se empataba la serie 4-4 y todo se definiría desde el punto penal. Mario Sebastián Viera fue la figura, un ángel, sus atajadas y la seguridad de los cobradores rojiblancos tienen al equipo en Semifinales. Pasamos raspando, pero clasificamos.


Ahora empieza otro capitulo de esta historia, Junior enfrentará a Nacional, se repite la última final del Fútbol Profesional Colombiano, para unos es una revancha, para otros la oportunidad perfecta de mostrar la grandeza del equipo. Quiero ver el Estadio Metropolitano a reventar, todos alentando a papá, hay que dejar atrás las criticas, la mala energía, ahora sólo se debe alentar. La hinchada siempre será el jugador N°12. Esta será la prueba de fuego de Alexis Mendoza, del que ya muchos pidieron la cabeza, espero que su aparente serenidad no sea un mar oculto de dudas e inseguridades, confío en él y en su experiencia, en que gracias a su proceso la octava estrella llegará a la casa rojiblanca.

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