Junior sin alma SA

Por: Carolina Cervantes 

Muchos pensamos que Junior ya había tocado fondo, pero no, la mala racha aún continúa. Como dice el dicho "Salimos de Guatemala para guatepeor" y esta pesadilla parece no tener fin. Junior sigue sin ganar en la Liga Águila, hasta ahora acumula dos empates y dos punticos, entrar al grupo de los 8 será casi imposible, matemáticamente hablando, y en especial porque los próximos rivales a los que enfrentaran son los llamados 'grandes' del FPC.

La responsabilidad de los malos resultados no recae en un 100% sobre Gamero, si bien él fue quien escogió a los refuerzos y arma las titulares, los que están en la cancha y no rinden son sus dirigidos. Los lideres y referentes del equipo están en un bajón de nivel que no deja de ser sospechoso. En especial el capitán y arquero Mario Sebastián Viera, al que le han marcado 9 goles en lo que va de la liga. Esta es la primera vez que se le ve al uruguayo con un rendimiento tan bajo desde que llegó al plantel rojiblanco.


Lo peor es que no es solo Sebastián Viera el que viene en un declive futbolístico, James Sanchéz está lejos de ser el referente en el medio cambio que todos elogiaban, al igual que Alexis Pérez que era el que le ponía orden a la defensa rojiblanca, aunque ante Huila se le vio mucho mejor. Robinson Aponzá que llegó al equipo con todas las ganas y la disposición del mundo se fue apagando en cada partido, se le ve errático e individualista. Pasamos de Iván Vélez y 'Carachito Domingez' a Lewis Ochoa y Héctor Quiñones, no se sabe que es peor, si el remedio o la enfermedad ¡Junior no tiene laterales!. Estos son sólo algunos ejemplos. El desgano de algunos jugadores en la cancha ha llevado a muchos a pensar que le están haciendo 'El cajón' a profesor Alberto Gamero. Por ahora sólo son rumores, porque la directiva afirma que por ahora Gamero seguirá al frente del equipo Tiburón, pero cuando el río suena es porque piedras trae, no olviden que a Giovanni Hernández lo ratificaron como técnico y días después se enteraba por televisión que ya no estaría al frente del equipo.

En medio de tanto apunte negativo sobre el equipo hay que destacar las actuaciones de Enrique Serje y Roberto Ovelar, que corrieron y la lucharon hasta el último minuto pese a que sus compañeros no iban a su ritmo, el paraguayo tuvo varios remates al arco que terminaron estrellados contra el horizontal, hasta que por fin, cuando el partido estaba a punto de finalizar marcó un gol de cabeza que ni siquiera celebró salvando así un punto con el 3 a 3. Los otros goles de Junior llegaron en los pies de Michael Rangel en una excelente jugada Aponzá/Ovelar, 'El rompecorazones' celebró su gol señalando el numero 17 de su camiseta, como recordándole a Gamero quién es el goleador, una muestra más de que muchos de los problemas del equipo vienen del camerino. El otro gol lo marcó Jarlan Barrera, que aún no está al 100% pero se siente la diferencia en los partidos cuando ingresa. El planteamiento inicial de Gamero fue bueno, por lo menos del medio campo hacia adelante, en especial cuando por fin puso a Ovelar como pivot y a Rangel adelante y le resultó, aunque con la expulsión de Quiñones se vio obligado a modificarlo.


¿Qué pasa en Junior? ¿Quién es el culpable? ¿Le imponen jugadores al DT? ¿Los jugadores no están de acuerdo con el arduo ritmo de trabajo que les impone Gamero en los entrenamientos? ¿No hay buena comunicación entre los jugadores y el DT? A esta alturas no se sabe si los jugadores no le entienden al DT, si el técnico no se sabe explicar o si es que simplemente a los jugadores no quieren entender, pero de que el camerino está 'reventado', lo está. El problema principal de este equipo es la falta de actitud, de garra y pero sobretodo de ganas de ganar, porque lo que hagan uno que otro en la cancha no alcanza para salvar los tres puntos y obtener un buen resultado.

Las cosas en el equipo seguirán igual, podrán traer al mismísimo Mourinho como el gran salvador rojiblanco, pero mientras los jugadores sigan en la misma tónica nada cambiará y seguirá el desfile de técnicos cada semestre. Los hechos hablan por sí solos, la rosca en Junior es cosa seria, hablo de jugadores, de las preferencias del técnico y de algunos miembros del cuerpo administrativo. Los malos resultados se acumulan, la hinchada sigue descontenta y el equipo va de cabeza pa'l barranco. 

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